LA BRECHA TECNOLOGICA EN AMERICA LATINA
Profesor Bernardo Quagliotti de Bellis
El agudo aumento de los precios del petróleo que impuso la OPEP y la consiguiente recesión inflacionaria mundial, afectan gravemente a la estabilidad y al crecimiento de Iberoamérica. Aun cuando el objetivo principal de la decisión del cartel petrolero y del subsiguiente embargo fueran los países industrializados, su efecto más severo en muchos países de menor desarrollo relativo, debido a su mayor vulnerabilidad ante el costo del petróleo, ya venía siendo precario, como es el, caso de Uruguay.
En Iberoamérica, 19 importadores de petróleo recibieron de golpe abandonados a sus escasos recursos algunos, otros a sus magras reservas. Son pocos los países de la región que poseen reservas sustitutivas conocidas y fácilmente accesibles, aunque hay algunas posibilidades como la energía hidráulica, que justifica la investigación y el desarrollo intensivos, al igual que la explotación y uso de los grandes depósitos de gas que existen en América del Sur, principalmente.
La crisis petrolera pone en evidencia una falla fundamental del proceso de crecimiento de Iberoamérica: su incapacidad para crear, durante los años de modernización, los centros nacionales adecuados de investigación y desarrollo, así como capacitar a los científicos y técnicos sin los cuales no se pueden capacitar a los científicos y técnicos sin lo cuales no se pueden resolver los problemas de la transición energética.
Se viene ampliando la brecha tecnológica entre los países avanzados y los menos desarrollado, sobre la que tanto se debatió en otras circunstancias. A fin de volver a la senda del crecimiento sostenido habrá que aplicar, para el estímulo de la ciencia y la tecnología, una estrategia más eficaz que la emprendida hasta ahora por la mayoría de los países. Por tanto pueden resultar de interés algunos progresos recientes en ese sentido, ocurridos en el ámbito cultural iberoamericano.
LA CRECIENTE BRECHA TECNOLÓGICA
Aun antes de la crisis petrolera de 1973 , varios economistas del desarrollo reconocían la existencia de la una brecha tremenda entre Iberoamérica y las regiones de América del Norte, Europa Occidental, la entonces Unión Soviética y Japón, en cuento se refiere al grado de incorporación del modo de vida tecnológico en la cultura, En consecuencia. los países iberoamericanos de crecimiento más rápido experimentaban una dependencia cada vez mayor con respecto a las fuentes exteriores de nuevos conocimientos y se enfrentaban a condiciones de obtención cada vez más gravosas.
Ya a comienzos del decenio de los ´60, los miembros de la escuela estructuralista, entre ellos Raúl Prebisch y Aníbal Pinto [1] comenzaron a llamar la atención sobre la brecha de botella más graves que impedían el crecimiento y propugnaban, para independizar la [2]independencia tecnológica de la región, mejorar los medios de transferir tecnología hacia América Latina y crear fuentes internas de conocimientos científicos y aplicados.
Sin embargo y a pesar del vigoroso apoyo del BID y de otras ayudas recibidas, ha sido penosa la lentitud de los progresos en la creación de nuevos centros de investigación y desarrollo y de capacitación tecnológica avanzada.
La brecha tecnológica se ha ido ensanchando durante los últimos decenios (1980-2002). La región ha sido incapaz de manejar con eficacia la nueva situación de los recursos en dos aspectos fundamentales: 1) una incapacidad cada vez mayor para alimentar a la población en rápido crecimiento y 2) la necesidad de sustituir una gran proporción de las fuentes convencionales de energía de las que depende.
Los factores que obstaculizan el progreso científico y tecnológico
Durante las dos últimas décadas, los estudiosos del proceso de crecimiento de Iberoamérica han dedicado esfuerzos considerables a investigar y describir las relaciones de dependencia entre la región y los países industrializados.
Al destacar el dominio de poderosos gobiernos extranjeros y empresas transnacionales en los asuntos económicos y políticos de Iberoamérica, en su tecnología y en su evolución cultural, la “escuela de la dependencia” contribuyó a una mayor comprensión del marco institucional internacional que impone restricciones a la forma que puede adoptar el desarrollo de la región en el seno de la economía mundial. Esa contribución es útil en extremo.
Sin embargo, al concentrarse en los factores exógenos, esa escuela tendió a minimizar el papel de las influencias internas, entre las que se cuentan la fortuita distribución geográfica de los recursos, el proceso de condicionamiento histórico (tanto institucional como tecnológico) y la capacidad de los iberoamericanos de ejercer iniciativas en su propio beneficio.
Algunos de estos factores internos han obstaculizado, tanto como los exógenos, el crecimiento de una sociedad industrial equilibrada capaz de afrontar la cambiante disponibilidad de recursos.
Por consecuencia, debe reconocer la importancia de un factor cultural firmemente arraigado: la circunstancia histórica por la cual siempre se dio poca importancia en Iberoamérica a la educación de alto contenido tecnológico, salvo cuando se la podía vincular con posiciones de prestigio social, como en el caso de la medicina y la arquitectura.
La eficacia de un centro de tecnología integrado : “Las gaviotas”
Para desarrollar una política viable de ciencia y tecnología, cada país iberoamericano debe hacer frente a diversas decisiones presupuestarias. Habrá que determinar la combinación adecuada de recursos de inversión que se destinarán a la investigación, al desarrollo y a la innovación locales y los que se dedicarán a obtener tecnología en el exterior.
En la región de Los Llanos (Colombia) en medio de una inmensa sabana casi desabitada que se extiende hasta Venezuela y Brasil, instalado en un antiguo y abandonado campamento militar, se encuentra el Centro de Desarrollo Integrado “Las Gaviotas”.
A cabo de diez años de funcionamiento, puede decirse, sin temor a exagerar, que actualmente “Las Gaviotas” es uno de los centros de estudio dedicados a la tecnología adecuada, más interesantes del mundo. Ello se debe a tres principios fundamentales que han regido su funcionamiento desde el inicio: avanzar paso a paso; no dar nada por sentado, sino experimentarlo todo y limitarse a sectores donde evidentemente no se ha llegado a nada en concreto y usando máquinas disponibles y de bajo precio que demostraran su eficacia.
La filosofía imperante en “Las Gaviotas” es que “no hay que volver a la Edad de Piedra cuando se trata se crear tecnología apropiada, sino que se deben utilizar todos los conocimientos que el ser humano ha ido adquiriendo para fabricar máquinas y utensillos, producto de una tecnología muy complicada, pero de uso y mantenimiento sencillísimos”.
El establecimiento de prioridades
1) Lograr un equilibrio adecuado entre la investigación centralizada en una institución única y la que se realiza en centros más pequeños y diseminados.
2) Establecer una secuencia y un ritmo satisfactorios para la expansión de la investigación nacional.
3) Modificiar el “clima económico” para estimular la investigación y el desarrollo productivos.
4) Crear las modalidades adecuadas para la infraestructura de apoyo a la investigación científica y tecnológica.
Es indudable que durante algún tiempo todavía, Iberoamérica seguirá importando la mayor parte del conocimiento científico que utilice. Sin embargo, hay varias razones que justifican un aumento considerable de la investigación local.
En primer lugar, para disminuir la dependencia tecnológica se debe desarrollar la capacidad para recibir las técnicas necesarias adaptarlas a las condiciones locales, aplicarlas a los problemas internos y asimilarlas socialmente mediante los cambios necesarios en los hábitos, costumbres y valores. En segundo lugar, la investigación y el desarrollo en el Tercer Mundo, suelen tener altas tasas de rendimiento dada la existencia de oportunidades inexploradas.
Por último, el sistema convencional de transferencia de tecnología está embarazado por elementos monopolísticos y por otras fricciones del mercado, que aumentan indebidamente los costos y generan ineficiencias.
Por consecuencia una estrategia iberoamericana para la ciencia y la tecnología, podrá evitar los altos costos actuales en la materia, utilizando innovaciones locales, como algunos países iberoamericanos se encuentran dominando el proceso de actividad tecnológica en muchos niveles, desde el taller hasta la alta dirección industrial.
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